Saque una carta en los encuentros de Creadores de Imágenes, y me salió:
“Busca al menos 3 caminos distintos para volver a casa”
Y voy a empezar por el que se me hace mas fácil, LA NOSTALGIA, La boca del estómago, será eso la nostalgia, me pregunto, tambien como hacer una imagen que remueve igual emociones a cualquiera que la mire.
¿que es el hogar para cualquiera?
Tantos recuerdos, mi madre mirando hacia el fondo de la casa, gritando.. “a comeeer” , me veo jugando, me veo investigando todos los recovecos del patio.
Tantas noches, ya aquí en Argentina, que he explorado ese espacio desde mi memoria, como deshaciendo mi camino, que cuando lo miro o viene al presente, se pierden esas aventuras en un choque con lo real
Alguien más habita esa casa que algún día yo llame MI CASA. Que rechacé por ser humilde, porque tenía techo de zinc, porque no correspondía con los estándares socioeconómicos de mis compañeros.
Pero fue cobijo, siempre cambiante, mi madre y su sacrificio de estar positiva a pesar de todas las circunstancias.
Tres niñas.
La cerca que no cierra, que no encierra, el infinito horizonte del lago que se eleva al sol.
En el patio, éramos absorbidas por la materia, por los elementos, cada piedra tenía vida, había algo prohibido, EL MONTE era lo prohibido, oculto, peligroso, “y si sale una culebra” nos divertíamos.. “y si sale un alacrán” . Esa sensación de que los límites estaban, pero no eran impuestos más que por la naturaleza misma, si algún juguete llegaba a irse a ese mundo tenebroso, lo dábamos por perdido. O quizás quedaba en nuestras tareas de juegos futuros el ir a explorar, como una travesía del recupero..
Un día perdimos un KEN, tras una rabieta de una vecinita lo tiró al monte, armábamos travesías para buscar ese KEN perdido, de mi hermana, que mucho no lo lloró.. ¿para qué necesitábamos un Ken? ¿porque un ken en un mundo de barbies?.. un dia al cortar el monte y ya cuando la magia del monte tenebroso se había pedido, apareció, reviviendo de las cenizas, pasando por una quemazón terrible, el Ken perdido, golpeado, oloroso y feo! pero aun así, cómo era nuestro único Ken, lo incorporamos de vuelta a nuestro juego barbie.
Si, volví un poco a casa, se vinieron olores, sonidos, juegos pero nunca VERDADES, porque de niña no te son reveladas las verdades y eso todo lo llena de magia.
